lunes, 5 de septiembre de 2011

accidentes

Recién aterrizado en Madrid, después de tres semanas intensas en Chile, en Santiago mayormente y un par de días en Valparaíso.
¿Qué encontré? De todo. Pero más que nada a un país revuelto, que se mueve, piensa, cuestiona y no tiene miedo. Por eso quise ir a meterme a la mayor cantidad de movilizaciones y marchas convocadas por los estudiantes, en donde, por cierto, la policía mató de un balazo a un chiquillo de 14 años hace unos días.
Pero no fue ésta la única cagada: también hace un par de días un avión se cayó cerca del archipiélago Juan Fernández. La tripulación estaba, para más escándalo, integrada por algunos personajes populares de la televisión chilena.
-Acaban de confirmar que no hubo sobrevivientes -me dijo por chat mi querido amigo CB hace unos minutos.
-Piñera estará feliz -contesté.
-No creo que sea taaan hijo de puta.
Pensé en que tal vez sí podría serlo. Pero me refería a otra cosa.
Debe estar feliz porque los medios desviarán por un instante la atención de los temas sociales, de las movilizaciones estudiantiles.
Un accidente es siempre eso. Un accidente. Pero que un tirano de la calaña de Piñera esté al mando de Chile y que todavía exista entre la población imbéciles que se declaran pinochetistas no lo es.
Y que unos valientes estudiantes estén cambiándole la cara a un país entero, tampoco.
La felicidad -el alivio- a Piñera le durará poco. Los accidentes pasan. Pero lo que vi, lo que sentí en medio de las miles de personas que se echaban y se echan a las calles a protestar no fue en absoluto una excepción o algo pasajero.
Es más raro que se caiga un avión a que caiga un gobierno de mequetrefes. O incluso un imperio.
Así que señores políticos y ladrones con corbata, pueden seguir temblando.

2 comentarios:

  1. Vaya, radical tu texto. Concuerdo con tu descontento, me imagino cómo debe ser ver todo esto desde afuera. La verdad es que, al menos yo, como que me resigné. Sé que es una postura tal vez cómoda, pero creo y sé que la única forma de que la cosas cambien, de verdad, es votando. La política me tiene harto, robos de todos lados, sin asco es lo que vemos desde hace rato. Claro, todo peor cuando el país es liderado por un tipo que miente sin asco, que vende su alma -si tiene-sin pensarlo 2 veces y que, a fin de cuentas, toma ventaja de todos los que le compran sus mentiras a cambio de bolitas de dulces. En fin...un abrazo y se te espera pronto de vuelta en, espero, un mejor país y con piraña fuera. CB

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  2. Siguen desviando la atención de la gente, aprovechándose del accidente, alargan el duelo nacional, se aprovechan de las nuevas muertes, la televisión tiene todo el día hipnotizada a mucha gente con la imagen de Camiroaga y la canción de Silvio "Ángel para un final", siguen los cambios en el gabinete, pero la lucha, aunque está mas pausada, continúa

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